La Federación Sindical Mundial, que representa a más de 95 millones de miembros en los 5 continentes del mundo, denuncia las políticas antiabreras y autoritarias del gobierno de Duterte.
La 'bancarrota de Hanjin' reafirma la naturaleza de la crisis capitalista estructural que afecta las vidas de los trabajadores y los estratos populares en Filipinas y en todo el mundo.
La reacción del gobierno ante la 'quiebra de Hanjin' muestra una vez más la orientación antiobrera y el servicio a las ganancias capitalistas, permaneciendo indiferente a los derechos de los trabajadores afectados y sus beneficios.
La FSM y el movimiento sindical internacional de orientación a clases expresan su solidaridad con los trabajadores de Hanjin y exigen la garantía de sus intereses. Llamamos a la clase obrera de Filipinas a unirse a las filas del movimiento sindical de orientación clasista y luchar contra la policía que amplía la pobreza, la desigualdad social y la inseguridad, aumenta el subempleo y el trabajo flexible y reduce el nivel de vida.
La secretaria
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